Autor: Marco Denevi
Ilustrador: Max
Editorial: Media Vaca
Recomendado para: Jóvenes lectores
Libro ilustrado
En memoria de mi abuelo, Antonio Marín. Kirye eleisón.
Hace mucho
tiempo quería hablar de la Editorial
Media Vaca y sus libros, de la extrañeza que producen y de su singular
composición. Hace mucho tiempo que quería hacerlo pero siempre dejaba a un lado
la posibilidad, bien porque no podía tener el libro el tiempo suficiente a mi
lado, bien porque justamente ese ejemplar no me satisfacía – de cien, uno-.
Empero hoy, justo hoy ha llegado esa oportunidad por medio de un obsequio de
Danny (por supuesto ese obsequio trae una historia detrás pero esa es otra
historia y será contada en otra ocasión).
Los libros
de Media Vaca me hacen pensar en una palabra, riesgo. Sus producciones no son
convencionales, siempre abordan un ángulo diferente de las historias y suelen
meterse con temas políticamente incorrectos o, al menos, problematizadores. Así
que suelo sentirme cómodo cuando abro alguna de sus publicaciones. Eso fue lo
mismo que pasó cuando Danny me entregó esta pequeña maravilla.
Un perro en el grabado de Durero titulado “El
caballero, la muerte y el diablo”, en adelante El perro… no es el primer relato que nace de una pintura. Algunos
libros como Greta la Loca ya lo ha
hecho con anterioridad, e incluso existen variados volúmenes –como la serie de
Carlota publicada por Serres- dedicada al tema. Sin embargo, pocos de ellos son
completados por una narración/ descripción tan inquietante y de tan alta
literatura como esta.
El perro… está integrado por un ilustrador
y un escritor que a fe mía no se han conocido, de la misma manera que estoy
seguro, el autor del relato jamás conoció a Durero. Aún así el producto resalta
por su ingeniosa edición. A diferencia de muchos libros ilustrados, el texto y
la imagen no conviven juntos en las mismas páginas. Podría pensarse entonces
que primero se presentaría el texto alfabético y después su contraparte
gráfica, pero tampoco sucede así. Lo primero que nos encontramos es una serie
de ilustraciones que a modo de viñetas nos van relatando una historia, después
encontramos la historia propiamente dicha, el texto de Denevi que comienza,
El caballero (todos lo sabemos) vuelve de una guerra, la de los
Siete Años, la de los Treinta Años, la de las Dos Rosas, la de los Tres Enriques,
una guerra dinástica o religiosa o quizá galana, en el Palatinado, en los
Países Bajos, en Bohemia, no importa dónde, tampoco importa cuándo, todas las
guerras son fragmentos de una única guerra, todas las guerras forman la guerra
sin nombre, la guerra a secas, la Guerra (…)
luego
se enfoca en el caballero, en sus motivaciones, en sus deseos, reflexiones,
cansancio y al final, cómo un perro lo recibe, y como ese perro adivina mejor
que el caballero, lo que este trae con él.
A
pesar de su fragmentación aparente, Media Vaca presenta tres versiones de la
misma historia –cuatro, si incluimos el grabado original que no aparece en el
libro-,la gráfica, la alfabética y el afiche que representa la versión de Max
del grabado de Durero.
El perro…es una
profunda reflexión sobre la guerra y ese arduo ajedrez que Dios juega con
nosotros o, quizás, el que nosotros pretendemos que Dios juega con nosotros.
Mañana lo vuelvo a leer.
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