Autor: Stephen
Chbosky
Editorial: Alfaguara
Recomendado para: Jóvenes
lectores
Novela epistolar
26 de agosto de 2013
Querido
Charlie,
Acabo
de leer tus cartas por segunda vez y debo decir que por segunda vez me has
conmovido. En ésta época, cuando la fantasía basada en hombres lobo y vampiros
y seres sobrenaturales que parecen copiados unos de otros, y nadie agradece lo
suficiente a Anne Rice o Stephen King o Neil Gainman o G. R. R. Martin o J. R.
R. Tolkien, es un gran alivio saber que la literatura juvenil también puede
producir otras cosas.
Debo
ser sincero contigo y empezar diciendo que la primera vez que supe de ti y de
lo que viviste, tus dolores, amores y angustias, no fue a través de tus cartas,
sino de la película basada en tu libro, donde Emma Watson personificaba a tu
increíble amiga Sam, y un inmejorable Ezra Miller hacia de Patrick, y un Logan
Lerman, desconocido para mí, te representaba. Elizabet, quién más, fue la
responsable de llevarme a ver tu historia, porque yo, por supuesto, prefiero las
películas de acción a los dramas, porque no me gusta quedarme colgado a veces
viendo el dolor y los amores de otros en la pantalla, cuando tengo tanto dolor
y amor y esperanza para ver en el mundo real. Sin embargo las cosas fueron así.
Fue sólo tiempo después que supe que la película estaba basada en un libro,
entonces lo pedí a la gente de Pide tu
libro, y ellos como siempre supieron responder ante mis caprichos. Sin
embargo te convertiste en algo más.
Para
que me entiendas mejor he de decirte que soy docente de bachillerato en los dos
últimos años, y que en algún momento del año pasado se me escapó decirle a mis
alumnos que estaba leyendo sobre ti, y una de ellas me pidió que le enviase el
libro, que aún no se conseguía en nuestro país, así que no tuve otro remedio
que hacerlo. Nunca supe cuando se convirtió tu publicación en un viral.
Sin
embargo, aún no podía escribirte porque no tenía tu libro como tal en mis
manos. Quiero decir, un ejemplar en físico, que es la forma en que para mí
mejor se leen los libros, aun a pesar de los kindles y los smartphones
y las tabletas. Empero, para mi cumpleaños, mi esposa, una vez más, me obsequió
tu libro por mi cumpleaños y lo tomé y no pude volver a soltarlo hasta ahora
cuando lo terminé.
Así
que estoy de vuelta al principio. Mientras escribo estas palabras escucho por youtube Asleep de The Smiths, no
podría hacerlo de otra forma.
Esta
mañana, como cosa curiosa, ingresé con tu libro a una de mis clases y dos niñas
se me acercaron emocionadas preguntándome si era verdad que estaba leyendo ese
libro, porque ellas también se lo estaban leyendo y les estaba gustando mucho.
Incluso en ese momento pensé que era buena idea leerlo en voz alta a todos sus
compañeros durante mis clases, una carta a la vez. Pero debo confesar que me da
algo de corte, porque, quiéralo o no, estoy en un ambiente formativo y enseño
una materia diferente a literatura y sé que la psicóloga del colegio me
censuraría y quizás la Principal e
incluso mi jefe y el jefe de mi jefe, porque en las páginas que escribes
describes como fumas, no sólo cigarrillos, y bebes Brandy y tienes un amigo
homosexual que se acuesta en algunos momentos de manera indiscriminada con otros
hombres y algunos de tus amigos hablan de la masturbación, como suelen hablar
los jóvenes de esos temas, sin censura y sin cortarse. Digo que me da corte,
porque el tiempo de lectura es corto durante mis clases y quizás debería hablar
de muchos temas sin que vinieran a cuento con mi área y, a nosotros los adultos
también nos pasa, no sabría que decirles a ciencia cierta cómo hablarles del
sexo y del dolor y de la confusión que embarga en este mundo moderno ser
adolescente. Aún así Charlie, quiero que sepas que el ejemplar de mi libro
estará al alcance de quien te quiera leer, y seguir tus vicisitudes y tu
ingenuidad y tu dolor.
Creo
que en todo caso, lo que más quería que supieras es que disfruté tu relato
horrores, y que sé que en algún otro momento volveré a leerla y quizás, aún a
pesar de todo, comparta uno o dos fragmentos de tu relato con mis alumnos y le
sonría, y les diga que en algún momento todo estará bien si hemos tenido la ocasión
de sentirnos infinitos.
Me
gustaría extenderme más Charlie, pero escribo en un blog, y a veces las personas no leen textos tan extensos en formato
electrónico. Pero sobre todo, no quiero incluir elementos que puedan dar
mayores indicios de tu historia. Lo que quiero es que compartan el relato
leyendo tus propias palabras y que entiendan que un libro como el tuyo está
lleno de símbolos acerca de los sentimientos y de lo que constituye a cada
quien como ser humano, y que eso atraviesa el sexo y la desesperación y la
tristeza, todas ellas ventajas de ser invisible. Un marginado.
Con mucho cariño,
Diego.
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