Autor: Bohumil Hrabal
Editorial: Destino
Recomendado para jovenes lectores
Novela corta
Praga. Todo
en Praga respira melancolía, hay algo del peso del tiempo que nos oprime, y en
algunas ocasiones tiñe de gris el rostro y el cuerpo de sus transeúntes, sin
importar la belleza de las mujeres o la sonrisa pintada en el rostro de sus
habitantes. No importa nada de eso, porque el inmortal Kafka ya ha fijado la imagen
de esta ciudad en la memoria colectiva de la humanidad.
Praga, no
podía ser de otra forma, es el marco en el que se desarrolla la historia de
Hanta, un hombre que durante treinta y cinco años ha trabajado en lo mismo, en
la gris obscuridad de un sótano prensando papel. Sucede además que Hanta es un
lector sensible que se asombra con las palabras de los grandes escritores y que
convierte cada bala de papel prensado en una obra de arte, en cuyo interior, el
corazón secreto de cada bala de papel, en un lugar al que no llegará ninguna
sombra de luz, deposita un libro abierto en uno de sus pasajes preferidos. Su único
sueño es jubilarse y comprar una prensa de papel para continuar con su oficio.
Durante
ocho párrafos, ocho capítulos completos, el lector asiste al cenit y el nadir
de Hanta, lo acompaña en su cerveza diaria, en la meditación con sus fantasmas,
en sus recuerdos melancólicos, y en su despedida, no exenta de algún tipo de
victoria, ya estética, ya moral.
Una soledad demasiado ruidosa es también
uno de esos libros que se instalan en el corazón del lector, alejado de los
grandes éxitos comerciales, de las fanfarrias de las superproducciones, y se
queda ahí para ser rumiado, listo para emerger en cualquier momento,
acompañándonos en nuestra propia soledad, en nuestro propio ruido,
deleitándonos con su forma de ver la
lectura, a través del terror y de la fascinación.
Una novela
imperdible y cautivadora.
Leído. Hace tiempo no comentaba. Problemas con internet. Sólo eso.
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