El atlas de las nubes


Autor: David Mitchell
Editorial: Duomo ediciones – Océano
Recomendado para: Grandes lectores
Novela

Jorge Luis Borges propuso en El jardín de senderos que se bifurcan la idea de un libro que fuese al mismo tiempo un laberinto. Hace unas cuantas décadas, mi memoria es imprecisa, Michael Ende emprendió la realización de esa empresa en un conjunto de cuentos a los que nombró El espejo en el espejo. Un laberinto. Mitchell acomete de nuevo la idea, solo que su laberinto no está constituido por el espacio, sino que atraviesa el tiempo, el resultado de este empeño es El atlas de las nubes.
Compuesta por seis historias conectadas entre sí, la novela de Mitchell emprende una exploración del espíritu humano en sus aspectos más profundos, tanto angélicos como infernales y como estos han atravesado, y atravesarán, toda su historia. De esta guisa, la primera historia tiene lugar en el siglo XVIII, y la última es una fantasía postapocalíptica, que tiene lugar después de que el hombre ha conquistado el espacio, pero jamás su propio espíritu.  
Todas tienen en común el esfuerzo del ser humano por alzarse sobre sus propias limitaciones, y también por criticar de manera feroz el consumismo, alcanzando en La antífona de Sonmi-451 su punto máximo, cuando una ascendida trabajadora de la compañía de los arcos dorados descubre a donde va una vez alcanza su “jubilación” y de donde sale su propio alimento y el de los clientes a quienes ha servido.
Así mismo, El atlas de las nubes propone una manera diferente de contar, sus historias no se hayan una detrás de otra de manera convencional, sino que están en  una suerte de muñeca rusa, de manera tal que para poder terminar la primer historia se habrán tenido que leer las demás; la argucia técnica, por demás notable, es imprescindible para que el lector supere la fascinación y se embarque en un descubrimiento del mundo que nos rodea a través de los reflejos que se nos proponen.

P.D.: Nunca se trasteen en fin de año.

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