V DE VENDETTA



Autor: Alan Moore
Ilustrador: David Lloyd
Con: Steve Whitaker y Sioshan Dodds
Traducido por: Bárbara Azagra Rueda
Editorial: DC comics – Vértigo
Recomendado para: Grandes lectores
Novela gráfica

     ¿Cuál es el límite?, ¿hasta dónde es lícito dejarnos guiar por nuestros gobernantes?, ¿hasta dónde es en verdad el pueblo quien elige?, ¿hasta dónde los medios de comunicación comunican la verdad y no son siervos del estado?, ¿qué tan lícito es el terrorismo? Todas estas son preguntas peligrosas, políticamente peligrosas; todas estas son preguntas que plantea V de Vendetta, producto de ese genio del mundo del cómic, Alan Moore y su adlátere, David Lloyd.
     Para quienes han visto la película, las diferencias saltan a la vista, digamos que la película es más unificada, en tanto que la evolución de los personajes, los pequeños rastros, errores, bocetos, que se van haciendo notorios entre las primeras y las últimas páginas son aquí más evidentes. La novela gráfica no nació siendo un asunto acabado, fue evolucionando, creciendo, concretándose, hasta llegar a un final. En la novela gráfica Evy Hammond es una trabajadora en una fábrica de municiones de dieciséis años que comienza a ofrecerse como prostituta y V, comienza volando las torres del Parlamento. El ritmo es frenético, los diálogos de Shakespeare son inmensos, la impiedad de V magnífica, y sin embargo el cariz de los sucesos es más humano, más accesible; quizás por ello más grandioso.
     V de Vendetta se ha convertido en un clásico de la novela gráfica (aunque creo que Moore desconfía de ese apelativo) y una lectura imprescindible para todos aquellos que gustan de esos textos incomodos como piedra en el zapato, que se quedan con uno hasta mucho después de haber cerrado la última página.  

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