UNA CASA EN BOGOTÁ


Autor: Santiago Gamboa
Editorial: Random House
Recomendado para: Grandes lectores
Novela

     Decía Cortázar, creo, que el cuento debía por knock out, en tanto la novela ganaba por decisión. El tiempo añade que el cuento se centra en la construcción de situaciones, las novelas se concentran en los personajes. Así, quien ingresa en Una casa en Bogotá, debe saber que se adentra en la vida de Rubén Bonifaz Nuño, un filólogo que se acaba de ganar un premio, gracias al cual puede comprar, por fin, su propia casa.
     Si bien para muchos la opción de tener una propiedad no es precisamente una fantasía, habrá quienes vean en ella un deseo, una posibilidad, una decisión; es la posición del hombre sedentario Vs. el nómada, del hombre civilizado Vs. el salvaje. Aunque debemos recordar que en el corazón de todo hombre se asoma una bestia.
     La casa que compra Bonifaz, a la que se muda con su tía, la única familia que tiene, la única persona que tiene en todo el mundo, es una casa de ensueño, y capítulo a capítulo el lector acompaña a Bonifaz por sus habitaciones y pasillos, y luego por el barrio y la ciudad. No sobra decir que Bonifaz es todo lo contrario a la casa. No porque se trate de un hombre malo, sino porque representa toda la burguesía izquierdista detestable del siglo pasado; un elitista intelectual presumido encerrado en su torre de marfil desde la cual pretende juzgar a todo el mundo mientras se encuentra calzando sus zapatos de superioridad moral, mientras en cada palabra presume de su hidalguía, de su pundonor, de su intelectualidad, de su saber.
Así, el recorrido por la casa es tan solo una excusa para que Bonifaz nos cuente su vida, sus intereses, sus desapegados encuentros sexuales, la increíble sabiduría y buen gusto de su tía; nos cuenta de su vida como quien asiste a su destino de la misma forma en que la mayoría acostumbra contemplar un día de lluvia (Baricco, 2012, p. 19).
En el fondo el lector comprende que algo no va del todo bien, que algo falla en el relato, que esa forma desafectada en la que narra puede esconder un desequilibrio, una puerta desajustada, una ventana mal entornada. Para conocerlo, para saber de qué se trata, solo debes traspasar el umbral de Una casa en Bogotá.

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