Autor: Alban Orsini
Ilustrado por: Vivilablonde
Traducido por: Joan Riambau
Möller
Editorial: Grijalbo (Penguin
Random House Grupo Editorial)
Recomendado para: Jóvenes
lectores
Relato
La primera vez que vi este libro (un poco
más grande que un celular estándar), recuerdo haber enarcado la ceja, suspirado
fuerte y, quizá, haber tenido un pensamiento del tipo, Qué montón de basura. Más aún, cuando Martha, mi lectora fiel, la
dueña del volumen que en este momento me acompaña, me dijo que lo había
comprado, pensé que ya no sabía en qué botar su dinero, porque una cosa era
comprar libros y otra comprar este tipo de cosas
elaboradas en papel. Luego, tal vez, escuché a Elizabeth decir algo sobre
el libro y su lugar en la biblioteca... Luego, tal vez el silencio.
Así, en algún momento, leí una captura de
pantalla en una cuenta de Instagram, en donde mostraba una de las páginas del
libro. El diálogo me pareció divertido. Se ofrecía el enlace de descarga, no
costaba nada, la salud de mi madre no era la mejor. Lo descargué.
No hay ninguna duda que los servicios de
mensajería como Line, Telegram o Whatsapp, son algunas de las aplicaciones más valoradas e
influyentes. Cuando salió el dichoso signo del doble check azul, los medios comentaron acerca de la cantidad de
rompimientos que habían tenido lugar por el fenómeno de ser dejado en visto, de
no responder un mensaje a tiempo. Así, como otros medios de comunicación, como
las cartas, como los telegramas, no es extraño pues que estos servicios de
mensajería instantáneos tengan su repercusión en el cine, la televisión y la
literatura. Lo interesante es que se pueda lograr algo con tan poco. Orsini
construye todo un relato, formas de relación, personajes secundarios,
escenarios de pesadilla, malentendidos, traumas edípicos, dentro de un entorno
acartonado que no da pie a ningún tipo de inflexión o aditamento, amén del uso de
colores, el entorno de aplicación, algunas imágenes y los consabidos globos de
conversación. El resultado es curiosamente satisfactorio. Las 381 páginas que
conforman el relato se leen a rauda velocidad; en aproximadamente una hora el
lector promedio pueden dar cuenta de casi un año de relación entre un hijo y su
madre, con sus disputas, frustraciones, dimes y diretes; siendo definitivamente
mucho más que ese tipo de cosas
elaboradas en papel.
Como elemento insatisfactorio se encuentran
las ilustraciones, por suerte pocas, porque en definitiva no aportan nada a la
historia, ni siquiera enriquecen la maquetación misma del libro.
Así pues, Mis whatsapp con mamá están lejos de ser El jorobado de Notre Dame o Vampyr,
pero sin duda se trata de un valiente ejercicio que muestra que sin importar el
entorno y el soporte (Orsini comenzó este libro en Tumblr), siempre hay espacio para una buena historia.
Excelente comentario.
ResponderEliminarSíiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
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