LA NOVELA DE GENJI


Autora: Murasaki Shikibu
Versión, introducción y notas: Xavier Roca- Ferrer
Prólogo: Harold Bloom
Editado por: Ediciones Destino
Recomendado para: Grandes lectores
Novela

     Ubicada entre el siglo X y el XI de nuestra era La novela de Genji (Genji Monogatari) narra la vida de un cortesano japonés. No hay aquí nada de lo que nuestro pueril  imaginario reconoce como japonés: no hay espadas gigantescas, ni héroes a caballos, ni animadversión hacia la cultura china. El lector llega al punto de reconocer las alusiones a las flores del ciruelo como un mero artificio, las alusiones a las mangas mojadas por las lágrimas como una mera superficialidad. 

     Harold Bloom afirma en el prólogo a la obra que las últimas 350 páginas de  La novela de Genji parecen sobrar, pues después de la muerte de su protagonista son otro cuento (p. 18). Roca-Ferrer lo contradice en una nota a pie de página (concretamente la número 5), invitando a una lectura donde el protagonismo trasciende la presencia física del personaje para incluir a su propia karma. Para Roca-Ferrer, la disolución del karma de Genji es lo que marca el verdadero final de la novela (Aquí Roca-Ferrer es increíblemente lucido, aunque luego se haga odiar cuando en la nota a pie de página 419 introduce un spoiler gigantesco, que marca uno de los puntos más importantes de la vida de Genji).

     Como lector una de las cosas que más me avergonzó fue percatarme de la facilidad con la que entraba en un relato del siglo X. Digo que me avergonzó porque como hispanohablante me cuesta muchísimo trabajo ingresar al mundo del Quijote, ubicado siete siglos después, en una sociedad que debería serme más comprensible, y que, sin embargo, en muchas ocasiones me aburre, cuando no tengo que acudir de manera continua al diccionario para saber qué es lo que estoy leyendo. No es el único contraste, por supuesto, en tanto don Quijote se enfrenta con bravura a su destino, Genji recita versos y llora. Don Quijote lucha contra su hado, Genji es un fatalista.

     La novela de Genji se divide en dos sendas partes. La primera, titulada Esplendor, narra los mejores años de vida del protagonista; en tanto la segunda, Catástrofe, narra el decaimiento y muerte de Genji, así como el lento desvanecimiento de su karma. En cuanto a su edición, la primera parte es primorosa, en tanto el segundo volumen pareciese pertenecer a otra editorial, con abundantes errores en la escritura de palabras y con una titulación que difiere del primero.

     Sin embargo, a pesar de la distancia, de la edición del segundo volumen, Genji es una obra sumamente divertida. Su idea del amor constante en una sociedad que se caracteriza, entre otras cosas, por la infidelidad (no solo del hombre hacia la mujer, sino de la mujer hacia el hombre –por supuesto, siempre y cuando la sociedad no se entre de los hechos-). De otro lado, por momentos es una suerte de novela epistolar, las cartas con poemas vienen y van; y, hay que decirlo, en muchos casos los poemas son francamente malos, meras fórmulas que aluden a la posición de la luna o al canto de los grillos, en los que importa más la forma que lo que quieren transmitir. Por último, es inevitable no aludir a la importancia que la caligrafía tiene en la obra como una forma de juzgar el carácter de las personas.


     Por esta, y otras muchas razones que se quedan en el tintero, La novela de Genji es una opción para cualquier lector que se atreva a explorar la inexistencia de barreras espaciotemporales al sumergirse en las páginas de un libro.  

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