GUÍA DEL AUTOESTOPISTA GALÁCTICO


Escrita por Douglas Adams
Traducida por Benito Gómez Ibáñez y Damián Alou
Editado por Editorial Anagrama
Recomendado para: Lectores en marcha
Novela – Ciencia ficción

     La ciencia ficción es casi un cronopio, es una cosa inidentificable de la cual todo el mundo cree saber pero nadie puede definir en realidad; más aún, cuando ésta ha ido mutando a lo largo del tiempo, y cuando tiene escritores tan diversos como Isaac Asimov, Phillip K. Dick, William Gibson, Douglas Adams, J. G. Ballard, Fredric Brown y Neal Stephenson, entre tantos otros, trabajando en el mismo universo delimitado, y saltándose las normas cada vez que les viene en gana.

     En este mundo, que muchos califican de escapista, la Guía del autoestopista galáctico es toda una institución, que cuenta con cinco partes (Seis si se incluye la novela conmemorativa de Eoin Colfer por el trigésimo aniversario de la publicación del primer volumen) y que se destaca principalmente por su sentido del humor. En ella, podemos encontrar un androide con problemas para afrontar el mundo que lo rodea, un Presidente de la Galaxia con dos cabezas y tres brazos, dos terráqueos desterrados de un planeta destruido para hacer una autopista, y un escritor freelance que se gana la vida escribiendo artículos para la institución más grande de toda la galaxia: La guía del autoestopista galáctico. Sin embargo, para quienes han visto la película, no todo sucede en este primer volumen.

     A pesar de su evidente tono paródico, la Guía del autoestopista galáctico, cumple con el mandato de la ciencia ficción dura: parte de un conjunto de situaciones, algunas científicas otras no, que reconocemos (la burocracia, el desplazamiento en el espacio, el Principio de incertidumbre) y las extrapola en el tiempo, la probabilidad y el espacio. El resultado, no podría ser de otra forma, es hilarante.

     Debo confesar que conocí la obra de Adams a través de la película homónima a esta reseña. Debo confesar que me sentí atraído por la construcción de los personajes y la producción. Sin embargo, al enfrentarme a un libro espero encontrar precisamente eso, no una oda a una producción cinematográfica, pues de las 285 páginas de este volumen editado por Anagrama, solo 188 corresponden a la novela, las 97 restantes están dedicadas a entrevistas al reparto de la película y al guionista.

     Con todo, la Guía del autoestopista galáctico constituye la entrada a un mundo donde lo inesperado está a la vuelta de la esquina, en donde se puede hacer autoestop a cualquier nave espacial solo con saber emplear bien una toalla, en el que los burócratas escriben poesía plázcale a quien le plazca; un mundo, querámoslo o no, bastante parecido al nuestro.       

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