Escrito por Yumemakura Baku
Ilustrado por Jiro Taniguchi
Traducido por Víctor Illera Kanaya
Editado por Ponent Mon
Recomendado para Lectores en marcha
Narración gráfica – Manga
Buscar libros a través de una interfaz
remota de computador es una labor harto laboriosa y sorpresiva. Me explico,
cuando consultas el contenido de una biblioteca guiado tan solo de unas
palabras clave puede suceder cualquier cosa. Entre más vaga sea la categoría de
búsqueda, más sorprendentes pueden ser los encuentros, tanto buenos como malos.
Así, un día que no sabía que pedir me encontré un título asaz sugerente, La cumbre de los dioses. Mi interés se
elevó cuando vi que se trataba de narración gráfica japonesa, pues mi
imaginación, bastante activa tomó el título de forma bastante literal y ya
estaba urdiendo posibilidades acerca de samuráis y antiguos dioses paganos. Sin
embargo, el libro hacía referencia a algo muy diferente, la verdadera cumbre de
los dioses, el Everest.
La
cumbre de los dioses narra la historia de un alpinista, un montañero,
llamado Joji Habu, leal a una sola cosa en toda su vida, las alturas. Habu es
una criatura salvaje que se convierte en legendaria por sus atrevidos
encumbramientos. Sin embargo, su temeridad lo lleva a que otros caigan en lugar
de él en algunas ocasiones, o lo lleva a desistir si ve que su orgullo peligra.
Estas razones hacen que más temprano que tarde su presencia ya no sea
solicitada en las expediciones, y su nombre sea relacionado a una suerte de
leyenda negra. Su nombre es pronunciado entonces con respeto, pero con
resquemor.
Tras él se encuentra Fukamachi, un joven fotógrafo
deportivo quien se encuentra en Nepal con un objeto imposible, la cámara del
primer hombre que quizá llegó a la cumbre del Everest, George Leigh Mallory. A
su vez, el encuentro de la cámara con Mallory hace que su camino se entrecruce
con el De Habu y que conozca la pasión obsesiva por el alpinismo. Así,
Yumemakura Baku y Jiro Taniguchi emplean 5 volúmenes en la construcción de unos
sólidos personajes entrañables y complejos, cada uno con sus propios motivos y
búsquedas. Por otro lado, el dibujo en blanco y negro es en extremo detallado y
realista, permitiéndole al lector sumergirse en los paisajes helados del
Himalaya, temiendo esos senderos desolados, en donde se pueden encontrar
temperaturas de –29 grados centígrados, un límite increíble que solo aquellos
de corazón fuerte y una gran disciplina pueden enfrentar.
El resultado es un relato vibrante, que
incita al lector a seguirlo viñeta a viñeta, volumen a volumen, sintiendo el
desazón y la derrota, pero también comprendiendo que hay otras cosas en la
metáfora del alpinismo, que al mismo tiempo solo puede interpretarse de forma
literal. Habu en algún momento dice, “Yo no puedo elegir ser o no ser montañero…
Por eso lo soy” (p. 83, V.4).
En este orden de ideas, intuimos que el
camino de Habu es el deseo, un deseo devorador que lo enfrenta de forma
constante a sí mismo, destacándolo por sobre todo los demás, al mismo tiempo
que lo aparta y lo atormenta. Así,
Cuando hayas agotado los recursos para seguir
avanzando… y te resulte imposible dar un solo paso más, entonces… imagina. Imagina
con todas tus fuerzas. Imagina… (p.88, V5)
La
cumbre de los dioses es una obra que enfrenta al lector con todas las vicisitudes
de lo que implica el alpinismo. Los problemas de aclimatación, de comida, de
alucinaciones, y soledad; pero también del amor, del esfuerzo y el cumplimiento
del deseo.
Gracias por este recomendado, dan ganas de leerlo con mucho interés.
ResponderEliminarA ti por leerlo. ☺
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